martes, 11 de enero de 2011

Siempre hay un maestro a mano

(*)

Conocemos esta frase: “Cuando el discípulo está preparado, aparece el maestro”. Tiene amplísima circulación.

Suele usársela en este sentido: progresa en el camino de tu propia mejora, que cuando llegues a cierta etapa de él, aparecerá quien te transmita nuevas enseñanzas que te impulsarán aún más adelante. El presente es importante, pero sobre todo lo es en cuanto nos permite prepararnos para el contacto con ese maestro que nos permitirá incorporar nuevos conocimientos. Así, el futuro termina teniendo más “peso” que el presente.

No está mal. Al fin y al cabo, es un modo de ver las cosas que invita a “trabajar” sobre nosotros en el presente. Sin embargo, me gustaría invitarte a probar otra interpretación, a ver qué te parece.

Prefiero tomar esta frase no tanto tendiendo al futuro, sino enfocado por completo en el presente: siempre aparece el maestro para el cual el discípulo está preparado. En cada instante de nuestro ahora, tenemos a mano al maestro adecuado para ese preciso momento. El primer maestro es el que está en nosotros mismos, nuestro propio ser: si estoy teniendo un pensamiento crítico o benevolente, si experimento sentimientos de responsable o de víctima, si pronuncio palabras constructivas o tóxicas, si realizo acciones que reafirman o empequeñecen mi ser. Si puedo experimentar todos y cada uno de esos niveles, allí está mi maestro.

Sin embargo, como no estamos habituados a enfocarnos en nosotros mismos, miramos afuera. Pues bien, allí también está nuestro maestro: las personas con las que nos relacionamos, los modos en que lo hacemos, los hechos que pueblan nuestro día a día, los accidentes, las “casualidades”, las desgracias o los golpes de suerte … Lo que creemos que “nos” ocurre, en realidad, es el recurso indirecto de nuestro ser para hacernos ver lo que ocurre en él. Es difícil que estemos equilibrados si nos peleamos con todos los que cruzamos en nuestro día, es difícil que vivamos en salud si experimentamos emociones venenosas, es difícil que nos amemos si nos la pasamos instalados en la queja o la crítica. No podemos crear más que lo que somos.

Cuando asumimos el poder sobre nuestra vida, podemos aprender de nosotros mismos, hacer ajustes en este nivel, y crear una realidad más armoniosa. Mientras no lo hagamos, el “afuera” seguirá zamarreándonos, hasta que decidamos despertar y pasar a la elección consciente.

No es obligatorio ni inevitable despertar. Podemos tropezar toda la vida si, aunque no lo “queramos”, así lo elegimos. Pero probablemente sea más gratificante tomar otra opción.

Te invito a mirarte, a mirar a tu alrededor.

¿Lográs reconocer a tus maestros?

            Te animo a dejarme tus comentarios y/o sugerencias en el espacio aquí debajo. Y desde ya te lo agradezco!

(*) Imagen gratuita obtenida de http://www.4freephotos.com/Rays_of_light-image-15c8fee7b073cf523408e614ffe34472.html"

8 comentarios:

  1. Gracias Pablo !!!
    hoy yo soy mi maestra ♥
    Vero

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  2. Gracias Pablo!!! esto me da la respuestas a mis preguntas y me hace entender el signifikado algunos acontecimientos de mi vida y descubro la manera en komo debo de actuar de ahora en adelante a lo k venga en mi vida
    LUCY

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  3. Gracias por visitar este lugar y dejar sus comentarios, Vero y Lucy.
    Vero: celebro que así sea!
    Lucy: las respuestas están en vos, es cuestión de atreverse a bucear en las profundidades de nuestro ser.
    Cariños! Pablo

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  4. Lo se, pero creo q es necesario estar muy atenta....sino, uno se pierde en el futuro muy seguido!! Analía

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  5. Gracias Ani!! Qué buena expresión esa de perderse en el futuro, me encantó. Enorme abrazo! Pablo

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  6. Tengo mucha suerte no se si decir........encontré a 3 Maestros, o ellos me encontraron a mi.
    Cada día me enseñan cosas nuevas, por pequeñitas que sean dejan su semilla, y lo mejor de todo es el amor que te dan de muchas maneras porque llenan tu alma.
    Gracias por todo como siempre. = )

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  7. Gracias por tus hermosas palabras, Marisa. Todos los encuentros son recíprocos, todos. Cuando uno se lanza al encuentro con el otro centrado en lo que su propio ser le pide que dé,y se dona, se realiza. Lo llamativo es que, cuando uno actúa así, sólo centrado en dar su mejor versión, sin esperar el "intercambio", como paradójico efecto secundario termina recibiendo mucho más de lo que dio originalmente. Cuando uno se encuentra con otro para completarse a sí mismo a través de lo que espera obtener de ese otro, al contrario, antes o después queda más incompleto y vacío que al comienzo.
    Abrazo enorme para vos! Pablo

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  8. gracias es verdad todos nesecitamos un guia ,pero aparece cuando estamos preparados o listos la vida es de esperiencis y tambien de tranquilidad y de grandes amistades como maestros para aprender en la vida

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